lunes, 28 de febrero de 2011


-Entonces, ¿ya has renunciado a ella?
-
¿Sabes? De pequeño él tenía un oso de peluche. Yo habria podido tener cualquiera, tan solo tenía que pedirlo. Pero queria el que él tenia.

-
Tio, no me cambies de tema...

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La cosa es que intente quitarselo. Pero él no lo solto y se rompio. Yo sabia que habia echo algo muy malo, incluso le eche la culpa a él. Pero al dia siguiente, volvio a sonreirme como siempre, como hemos hecho todos los dias desde que somos amigos...

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¿Que tiene eso que ver con ella?

-
Ella es para mi como ese osito de peluche. La diferencia es que no pienso permitir que se rompa.

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